jueves, 27 de diciembre de 2007

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Me gustan muchos los accesorios eróticos y los juguetes sexuales, siempre estoy buscando novedades, y para todos aquellos que quieran comprar algunos les recomiendo esta página



Tienen cosas muy buenas, los precios son accesibles y la atención de Lucy es maravillosa.


Algo para agendar

Las mujeres, humm, por que no?


Un día de verano que había salido yo a correr por uno de los caminos que bordean la ciudad, me encontré por casualidad con Rosa, que por lo visto también había tenido la misma idea que yo.

Llevaba unas mallas cortitas ajustadas, marcando su culo espectacular, y un top blanco que a duras penas le tapaba la barriga, y como lo llevaba mojado, se le transparentaban los pezones. Rosa tiene unos 36 años, madre de 2 hijos, con un culazo espectacular, aunque un poco de barriga, y las caderas más bien anchas.

-Hola Pedro – me saludó, y me dio un pico en la boca.

-Hola Rosa, que bien te veo – dije mirándole directamente a las tetas.

Ella siguió mi mirada, se rió y me dio un golpe en el brazo.

-Que sinvergüenza eres. Ya me dijeron el otro día que las otras chicas te vieron en pelotas. Lástima que tuviese que irme, me habría gustado verte – me dijo con una sonrisa pícara.

-¿Si? A mi también me habría gustado verte en bolas. Y masajearte ese par de melones que tienes – le contesté.

-Anda calla, que si no, no sé lo que va a pasar. ¿Te importa si corremos juntos? Aunque vas a tener que bajar el ritmo para que no me quede atrás.

-Vale, vamos.

Durante un buen rato, estuvimos hablando, y cuando no miraba, aprovechaba para mirar por el escote ese par de montañas que subían y bajaban a cada paso que Rosa daba. Al acercarnos al pueblo, empezó uno de esos típicos chaparrones de verano, que sueltan mucha agua en poco tiempo. Como estábamos a menos de 1 kilómetro de la casa de Rosa, y hasta mi casa aun quedaban más de 2 kilómetros, Rosa me dijo:

-Vente a mi casa y te esperas a que pase el chaparrón.

-Venga, pero vamos rápido, que si no te van a denunciar por escándalo público – le dije a Rosa entre risas. Y es que con toda el agua que caía, el top blanco ya era completamente transparente, dejando ver las tetas de Rosa completamente. Estaba claro que no llevaba nada debajo. Ella se rió por mi ocurrencia y aceleramos el ritmo hasta entrar en su casa.

Rosa iba delante de mí, y yo observaba su apretado culo moviéndose a un lado y a otro, mientras ella me decía:

-Si quieres ducharte, te dejo ropa, porque si no te vas a enfriar. El cuarto de baño esta ahí. Voy a por unas toallas.

Y desapareció de mi vista. Yo rápidamente me fui hacia el cuarto de baño, entré y me despeloté. En eso, entro Rosa, que al verme como Dios me trajo al mundo, se dio la vuelta rápidamente y me dijo:

-¡Pedro! ¿Que haces ya desnudo? ¡Toma, tápate anda!

-Pero vamos a ver Rosa. Si te hubieses quedado el otro día, me hubieses visto igual. Así que no veo ningún problema en que me veas en pelotas. Además – le dije mientras la cogía del brazo y le daba la vuelta – me vas a tener que ver por narices, porque me tienes que enjabonar la espalda.

En ese momento, toda la oposición que Rosa había puesto se desvaneció. Posó su mirada en mí, y recorrió mi cuerpo de arriba abajo.

-Vaya, por fin te has depilado – me dijo. Bajó su mirada hacia mi polla, que ya estaba morcillona. Y además te has depilado del todo. Como me gustan los rabos depilados. Me ponen a cien – me dijo, cogiéndolo con una mano y moviéndolo arriba y abajo.

-Oye – le dije mirándola a la cara – ese top que llevas es muy bonito. Pero igual si se moja se va a estropear. Mejor que te lo quites y así me enjabonas la espalda con más tranquilidad.

-¿Si? ¿Y porque no me lo quitas tu? – me dijo apoyando sus manos en mi pecho. Mi polla ya estaba completamente empalmada, y le rozaba su barriga. Cogí el top y se lo saqué por la cabeza. Sus tetas se apoyaron en mi pecho, que Rosa acariciaba de arriba abajo. Me estaba poniendo a 100.

-Creo que también deberías quitarte las mallas, no sea que se mojen y se encojan.

-Pues ya sabes lo que tienes que hacer – me dijo Rosa, poniendo mis manos en su culo.

Yo me agaché, dejando mi cara a la altura de su coño, y le bajé lentamente las mallas, liberando su mojado coño, completamente depilado. No me pude resistir y comencé a chuparlo lentamente, abriendo los labios con mis manos. Rosa gemía de placer, pero me apartó la cabeza y me dijo:

-Vamos a ducharnos primero Pedro.

Me agarró el rabo con una mano y estiró de mí para llevarme a la bañera – ducha. Abrió el grifo y el agua comenzó a caer, mojando nuestros cuerpos. Rosa cogió el gel, me dio la vuelta y comenzó a enjabonarme la espalda. De vez en cuando, me daba un beso en el cuello, para luego pegar su cuerpo a mi espalda y frotármela con las tetas.

-Bueno, ya tienes la espalda. ¿Quieres que te enjabone también por delante? – me dijo riendo.

Yo me di la vuelta, mostrándole mi erección y le dije:

-Por supuesto, ¿no ves que lo estoy deseando?

Rosa no se hizo derogar, cogió más jabón y comenzó a frotarme el pecho. Esta vez estaba más cerca de mí que antes, y mi rabo le rozaba continuamente su barriga y su pubis. De vez en cuando, pegaba sus tetas a mi pecho y las frotaba. Sus pezones estaban completamente enhiestos y duros como el acero. Cuando acabó con el pecho, se arrodilló, quedando su cara a la altura de mi polla. Comenzó a enjabonarla a conciencia, meneándola lentamente de arriba abajo. También masajeaba mis huevos, y de vez en cuando le daba un mordisquito, que hacía que me muriese de placer.

-Vale, esto ya está. ¿Me enjabonas tú ahora?

-Por supuesto nena – le contesté. Le di la vuelta, metí mi rabo entre sus piernas, me pegué a ella y comencé a enjabonarle las tetas desde atrás. Rosa movía sus caderas, causándome un enorme placer en mi rabo. Sus jugos caían a chorros de su coño. Me concentré en sus pezones, en trazar círculos con mis dedos, y sus jadeos me decían que le estaba gustando la experiencia. Después, bajé hasta su chocho, completamente dilatado y mojado, y comencé a enjabonarlo también. Cuando acabé, Rosa temblaba de placer. Se dio la vuelta, subió una pierna a la altura de la bañera, y me dijo, abriéndose el coño con las manos:

-También quiero que me enjabones dentro. Así que ponte jabón en la polla y métemela.

Eso no me lo esperaba, pero desde luego que no me lo pensé. Hice lo que me dijo y se la metí de golpe hasta el fondo. Comencé un brutal mete y saca, y en cada embestida se oia un Chofff, que me ponía todavía más, además de la espuma que salía de la fricción de su coño y mi polla. Rosa gemía como una puta:

-Pedro, follame como a una puta, vamos, mas rápido!!!

-Si, que bien follas Rosa. Eres más guarra aun que MJ! Te voy a dar bien siiiii!

-Ahhhhh! Siiiiiii! Correte dentro de mí, Pedro, correte dentro de mí! ¡Cabrón, eres una máquina, sigue!

Rosa levantó la otra pierna del suelo y se colgó de mí. Ahora yo hacía todo el esfuerzo, y ella cabalgaba abrazada a mi cuello, dándome mordiscos y besándome en la boca. Yo ya no podía más y me corrí dentro de ella, inundándole el coño con mi caliente semen. Después de un rato abrazados, Rosa se bajó de mí, me dio un morreo y salió de la bañera. Yo me senté un rato más, unos 5 minutos, para descansar, y me sequé con una toalla y salí también en pelotas para el comedor.

Rosa estaba sentada en el suelo, con el coño abierto aun chorreando de semén. Miró mi rabo flácido y me dijo:

-No ha estado mal, ¿eh?

-Pues la verdad es que no. Tenemos que ir mas a correr juntos – le dije a Rosa, riéndonos los dos.

-¿A correr? ¿O mejor, a corrernos juntos?- me replicó Rosa. Oye, MJ y las chicas me dijeron que tenías una potencia sexual increíble, que te recuperabas enseguidas, ¿es cierto?

-Bueno, pues no lo sé. La verdad es que como allí tenía a 3 chicas buenísimas en pelotas para mí solo, igual motivaba más. ¿Por qué lo dices? ¿Es que tienes ganas de más guerra? – le contesté, mirando su coño abierto. Notaba como mi rabo comenzaba a empalmarse de nuevo.

-No, lo de follar cogidos del cuello me ha dejado agotada. Ya no estoy para estos trotes. Vaya, veo que tenían razón – dijo mirando mi rabo, que ya estaba completamente empalmado. Ya estás en pie de guerra otra vez. Mira, voy a darte una sorpresa. Vente conmigo para arriba, pero en silencio.

-Subí las escaleras detrás de Rosa, mirando cómo se movía su culo y metiéndole mano. Con la otra, mientras, estaba moviéndome la polla. Igual tenía que masturbarme yo mismo para acabar lo que Rosa parecía que no tenía ganas.

Al llegar a una puerta, Rosa se puso un dedo en la boca y la abrió lentamente. Pude ver una habitación, y en la cama, tumbada encima estaba la hermana de Rosa, durmiendo como Dios la trajo al mundo. No me acuerdo de su nombre, solo sé que tiene sobre los 28 años, es más guapa que Rosa, sus tetas son algo más pequeñas, aunque sus pezones apuntan al cielo. Además, también tenía el chochete completamente depilado. Pude ver que llevaba puestos unos tapones en los oídos. Con razón no se había despertado con el jaleo que habíamos montado la guarra de su hermana mayor y yo.

No me había fijado, pero yo estaba masturbándome lentamente mirando a esa diosa dormida, con su coño totalmente expuesto. Rosa se agachó, me apartó la mano de la polla y la engulló entera, comenzando una mamada de espaldas a su hermana. Al mismo tiempo, Rosa masajeaba mis huevos y me metía un dedito en el culo. Le daba mordisquitos con los dientes, y yo, ante todo este festival, no pude más que correrme. Rosa intentó tragar todo, pero no pudo con todo, y se atragantó, y una inoportuna tos salió de su garganta. Ella rápidamente me empujó fuera de la habitación, pero me dio tiempo a mirar a su hermana, que abrió un ojo y lo cerró rápidamente. Rosa cerró la puerta y bajamos para el salón.

-Vaya tos más inoportuna. ¡Pero es que no esperaba que te saliese tanto después de haberme inundado antes el coño! ¿Te ha gustado la sorpresita? – me dijo Rosa, todavía con restos de semen alrededor de la boca.

-Pues la verdad es que sí. Aunque me hubiese gustado más volver a follar contigo. O incluso con tu hermana – dije, pensando en ese magnífico coño.

-Bueno, ya veremos lo que pasa otro día. De momento, ves vistiéndote y largándote, que mí marido estará a punto de llegar ya.

Travesuras, trav..., siempre es algo especial


Saludos lectores, bien os contaré esta historia que ha marcado mi vida a los 19 años, todo esto sucede hace 8 meses. Desde pequeño siempre me ha gustado vestirme con ropa femenina y hasta al fecha he logrado ocultar este secreto a toda costa excepto a una persona, a mi novia, con ella llevo año y medio de relación y a los 5 meses de andar empezamos a tener relaciones sexuales muy abiertas siempre contándonos nuestras fantasías y tratando de complacernos el uno al otro.
Cierto día me armé de valor y entre juegos y titubeos le pregunte discretamente " ¿y si yo me vistiera de mujer que harías?" y ella simplemente soltó a reír al igual que yo, pero mi risa era de nervios. Deje pasar una semana y en el inter había recibido mi mesada y con ella me decidí también a comprar mi propia ropa comprándola muy temprano en un supermercado cercano a mi casa. Compré una minifalda a cuadros en blanco y negro muy linda, unas medias de red y una blusa negra cuyas mangas van por separado pero se unen a la blusa con unos tirantitos y con un escote muy provocativo. Corrí a mi casa a guardarlos en mi closet aguardando el momento oportuno.
Después de ello a los 5 días cumpliría 10 meses con mi novia y decidí confesarle, ella siempre ha sido muy caliente y pensé que no se lo tomaría a mal, entonces fui a una sex shop a comprar un consolador doble y lubricante, pero en lugar de ello encontré algo más fenomenal, un consolador con un pene hacia fuera y uno hacia adentro, de tal manera que una mujer que se lo pusiera podía sentir placer y dar placer con un pene bastante dotado, lo compre sin dudar y con un poco de pena. Escondiéndome para que mis padres no me vieran y telefonee a mi novia, le dije que al día siguiente mis padres saldrían en la noche a cenar y que por que no para celebrar nuestros 10 meses la pasábamos en mi casa con una pequeña sorpresa, y así fue la cite a las 8 de la noche del día siguiente.
Mis padres salieron entonces y yo me metí a bañar para rasurarme por completo las piernas y axilas, afeitarme bien el rostro y depilarme las cejas un poco, reestrene mi ropa que había comprado tomando prestada una tanguita de mi madre y sus pinturas, digo reestrené por que el día que las compré esa misma noche las estrene para ver como me acomodaría, en fin, cuando Salí me mire en espejo y vi a una linda chica y hermosa, al ser delgada me favorecía perfectamente y como practico ciclismo mis piernas estaban bien dotadas, solo tomé un corsé y rellené perfectamente y obtuve lo que me hacia falta, escondí aquel bulto que estorbaba entre mis piernas y tome una peluca café castaño que trabajo me había costado conseguir. Estaba lista y empecé a maquillarme, pronto note que me vería bien con colores oscuros y me maquille como una chica dark, tomé mis botas negras y wow!
Que cambiazo, ni yo me reconocía, y decidí adoptar un nombre… me hice llamar Paola, me miré al espejo viendo una chica dark muy sexy me senté a esperar a mi novia mientras me tomaba unas fotos con mi cámara digital, de pronto suena el timbre y me puse muy nerviosa, me asomé por la mirilla mientras apagaba las luces y observé a mi novia, Sandra, vestía una mini falda también negra completamente y una blusa blanca, medias negras muy sexys por cierto y zapatos de tacón, abrí al puerta y le dije "entra", ella paso y me preguntó que si eso era parte de la sorpresita, a lo que asentí, ella intentó prender la luz pero la tomé de la mano con muchos nervios y la bese en la oscuridad, le dije lo mucho que la quiero y la amo… ella también me dijo lo mismo pero al momento de levantar su mano notó mi cabello más largo y rápidamente se abalanzó contra el interruptor de la luz encendiéndola y me miró con gran asombro… yo sentí que me puse rojo y agaché la mirada...
-Tony! Eres tú?! -si Sandra, soy yo., perdóname por este incidente, pero es que ya no podía ocultarlo mas -entonces la pregunta del otro día era en serio? -si, discúlpame, se que tienes ganas de golpearme. Si quieres hazlo…En no terminé mi frase cuando ella me abrazo muy fuerte y mi miro a los ojos, luego me beso ella llorando y yo también, pero yo de vergüenza, entonces se separo y me dijo: -y… ¿tienes nombre de mujer? - Paola, lo escogí hoy mismo -¿cuanto tiempo llevas así? - desde muy pequeño.
- ¿y por que no has salido del closet y buscado a un hombre? - por que no me gustan los hombres, es que simplemente me excita verme así vestida y no logro resistirme, me gusta.
- ¿así que esta es la fantasía que no me podías contar por que te daba pena? - si, esta es-
De pronto mi piel se enchinó cuando Sandra me dijo:
- y por que no me lo dijiste desde antes? Te hubiera complacido! - y no te da vergüenza verme así? No te da pena, ¿no te da cosa? - no, al contrario, ven…
Sandra me llevó al cuarto de mis padres y nos miramos en el espejo, -mira, hacemos una bonita pareja dark, y así [me besó] parecemos lesbianas
Yo estaba sin palabras mientras ella me miraba con ahora una mirada excitada, nos besamos un buen rato, hasta que me empezó a interrogar si ya había salido del closet y que si me masturbaba con consoladores o que si tenia sexo con un hombre, etc.
-Pues bien tengo un consolador anal y con el me divierto en las noches, además de siempre penetrarme con cualquier objeto alargado que encuentre, incluso he tomado 4 plumas y con ellas me he penetrado, he tomado pilas de las D, he tomado verduras y lo más largo que he usado en mi ano es el mango de una escoba con un condón en la punta bien lubricado
Sandra me miraba excitada y comenzó a levantar su falda y a rozar su clítoris sobre su tanga mientras me escuchaba, luego se detuvo cuando el comente del consolador nuevo que había comprado...
-y supongo quieres que lo use yo verdad? Quieres que te de cómo se debe verdad? -así es mi amor, eso quiero! -pero primero, hagamos algo vale? -que sucede? - salgamos juntas, demos un paseo por la calle, para que así empieces a salir del closet.
-pero, que tal si me descubren? -no lo harán, ya es de noche! Además, ese es el chiste
Así que ella me tomó de la mano, tome mis llaves y salimos, a las tres cuadras de caminar en silencio unos sujetos en un convertible nos chiflaron a las dos.
-ves Paola, eres sexy, apuesto que puedes conseguirte un galanazo! -quizás Sandra, pero por el momento no…
Dimos la vuelta a la manzana y regresamos a mi casa, mi corazón quería salir de mi pecho y huir, a la vez que los nervios me inundaban la excitación me tenía a mil. Ella me llevó a mi recámara donde nos besamos un buen rato y entonces me pidió sacara el consolador nuevo, así lo hice y ella se maravilló, rápidamente se quitó la tanga que traía y se lo puso lanzando un ligero gemido mientras el pene interno la penetraba.
- listo querida, ahora ven aquí y chupámela!
Inmediatamente me arrodillé y empecé a chuparla, luego noté que hacia un buen roce y empecé a mordisquear el pene de 25 cm y a jalarlo con los dientes, ella empezó a gemir pues el pene interno también se movía con mi ritmo, me detuvo y me pidió me recostara boca abajo en mi cama poniéndome dos almohadas debajo de mi abdomen.
- ahora si Tony, digo Paola, vas a pagar el sexo anal que me apostaste hace un mes!
Había ella perdido una apuesta y le había apostado sexo anal con ella, y ahora que estaba a su disposición no tenía ninguna otra opción. Entonces rompió mis medias de malla un poco e hizo mi tanguita negra a un lado, y empezó a lamerme mi hoyito bien lavado y perfumado, empezó con unos ricos besos negros, luego introduciendo su lengua profundamente y después un dedo, luego dos, luego tres hasta que cupieron 4 dedos dentro de mi, al principio sentía como me partía en dos pero conforme se dilataba mi esfínter y el lubricante hacia su parte pronto todo se convirtió en placer. Entonces ella me dijo:
-estás lista Paola? -si mi amor, dale!
Sandra se colocó en posición y me penetró de un solo golpe. Sentir un enorme dolor y lancé un gemido, ella me miró...
-ah puta! Que se siente! Muy rico verdad?! -si mi amor!
Ella se echó para atrás y sacó el pene por completo y me volvió a ensartar de un solo golpe...
-auuuu!!!! - muy rico verdad mi Paola? -si!
Repitió la acción y después ella empezó a gemir mientras me penetraba en un métele y sácale despacito, pronto aumentó la velocidad y sentía como esos 25 centímetros tocaban mi punto G. Fue fabuloso, ella preguntándome lo rico que se sentía y yo asintiendo con gemidos de placer y satisfacción, ella pronto se vino en un orgasmo tremendo que me hizo terminar a mí también.
-terminaste mi amor? -si Sandra -que mal, a mi todavía me sobra!
Me pidió que me volteara y quede con las almohadas en mi espalda, me levanto las piernas y me quito las botas y puso mis piernas en sus hombros. Mi ano estaba muy dilatado, muy rojo y muy húmedo, ya no podía soportar otra sesión seguida, pero la excitación me volvía loca a seguir y Sandra me volvió a penetrar primero dulcemente y luego con una gran velocidad, ella se volvió a correr y nuevamente yo otra vez.
Sandra me rompió mis mallas y me rompió la tanga la cual tenía ya una severa cantidad de semen, Sandra entonces colocó la tanga en mi ano y embarró todo el semen en mi culito.
-ahora veras mi amor que se siente tener tu propio semen… mmm
Sandra se agachó y me dio un beso negro tomando algo de semen en sus labios y luego me besó mientras me penetraba, Mmmm que delicia. Estuvimos así un rato más hasta que ya no me salía ni gota de semen y mi novia estaba completamente agotada. Nos besamos entonces un largo rato mientras nos tocábamos y ella me dedeaba y yo a ella hasta que nos dieron las 11 de la noche. Nos metimos a bañar rápidamente y ahí ya yo la penetré como se "debe", salimos y al intentar ponerme mi ropa normal ella me pidió me vistiera de mujercita, sabía que mis padres no tardarían en llegar y si salía a dejar a mi novia con esas tendencias me descubrirían, pero Sandra insistió que no pude resistirme, pero ésta vez Sandra fue a mi cajón y ella se puso un boxer mío y me dio su tanga.
- póntela Paola, ese es mi regalo de aniversario.
Me dio un beso muy sincero y me la puse, mis mallas de red quedaron inservibles y fui por unas pantimedias de mi madre, Sandra me ayudó a maquillarme rápidamente, me coloqué la peluca y mis botas negras quedando como una chica dar otra vez, emprendimos el camino a su casa donde afuera de ella nos despedimos ante la mirada de algunos vecinos que después Sandra me comentó que todos ya creían que Sandra era lesbiana y que había cortado a Tony por Paola, y casi, casi así fue. Regresé a mi casa y por fortuna mis padres todavía no llegaban me desmaquillé y me puse mi pijama y solté a dormir con el ano súper adolorido. Espero les haya gustado, Ciao!

Un relato de alto voltaje (gay)

Descomunal Sorpresa

Este sábado 8 de junio acabo de tener una experiencia increíble... pensé que ya las sorpresas eran cosas del pasado, pero afortunadamente estaba muy equivocado.

Nuevamente por asuntos de trabajo tuve que ir a una comunidad distante 5 horas de mi ciudad y como en ocasiones anteriores en un vehículo oficial conducido esta vez por Juan, un tipo de modales finos, alto, cuerpo atlético, cuarentón bien conservado, cabello entrecano muy rizado, ojos color miel, nariz afilada, labios sensuales, carnosos y enmarcados en un espeso bigote muy bien recortado. Vestía jeans y camisa tipo polo, calzaba zapatos tenis... muy atractivo, pero como no había viajado nunca con él, no conocía sus intereses y mucho menos sus intenciones.

El viaje terminó a las 8 y treinta de la noche. De nuevo en la ciudad, Juan me preguntó si tenía algo urgente qué hacer y le contesté que mi idea era tomar unas cervezas para mitigar la sed, el tremendo calor y esperar para ver en televisión el encuentro de fútbol México-Ecuador en Corea/Japón.

Él dijo que coincidíamos en cuanto al futuro inmediato y entonces me invitó a un trago. Acepté, fuimos a su departamento a la entrada de la ciudad y mientras se fue a la cocina a prepararlo, me puse a observar varios casetes de películas pornogay que levantaron mis antenas y entonces comprendí el por qué de la invitación de mi amigo el chofer.

Mi mente calenturienta hizo contacto con mi verga y rápidamente cobré una notable erección que me incomodaba después de un día de viaje, ajetreo y calor... empecé a transpirar, quizá imaginando lo que podría acontecer momentos más tarde.

Cuando el llegó con los tragos, me encontró con uno de los casetes en la mano y me comentó que todos eran buenos, pero precisamente el que yo sostenía era excelente. Comentó que si no me molestaba haber conocido su otra personalidad y yo, desde luego le dije que coincidíamos hasta en eso, que no había ningún problema y que me gustaría mucho verlo con él. Entonces lo colocó en la video casetera y el juego se volvió intenso.

Sin llegar a un acuerdo verbal, que hubiese sido innecesario, nos despojamos de las camisas y fue cuando pude admirar su ancha espalda y su bien cuidado tórax cubierto de abundante vello ensortijado y entrecano, todo un monumento. Acto seguido, se abrió el botón del pantalón. Yo más que desinhibido le dije que si no le importaba si me quedaba en boxer; un ademán me indicó que podía hacerlo y entonces, al bajar mi pantalón saltó la cabeza de mi cipote por la abertura frontal de mi prenda interior y fue él ahora el sorprendido cuando comentó que tenía yo una cabezota fenomenal, que nunca había visto algo así y acto seguido, llevó su mano a mi verga, la tocó con un tacto suave y creo que hasta cariñoso y lentamente retrajo el prepucio dejando brillar mi glande que palpitaba de calentura.

Ese diálogo nos emocionó y nos comenzamos a tocar y llegamos a un beso intenso y muy profundo, mientras nuestras manos recorrían nuestros cuerpos que temblaban de deseo, y Juan me propuso que nos fuéramos a su dormitorio para darnos un reconfortante baño.

Él se desnudó allí mismo y fue cuando apareció la sorpresa que me negaba a aceptar... el muy cabrón cargaba un colosal pene cabezón y grueso, muy largo y tentador que pendía de dos bolas enormes y cubiertas de vellos... despedía un olor a macho limpio y caliente.

La impresión que recibí no era para menos... la cabeza de aquella verga en estado de reposo alcanzaba casi las dimensiones de un cuarto de la longitud total... sin circuncidar, como me gustan las vergas, se retrajo el prepucio y pude apreciar en todo su esplendor aquel enorme caramelo que me acabó de excitar a tal grado que casi me corro de imaginármelo dentro de mi boca o de mi culo.

Mi boca que para ese momento estaba hecha agua, y qué decir de mi culito que en ese preciso instante deseaba ser llenado por aquella maza de carne palpitante. Mis manos estaban inquietas por acariciarlo y masturbarlo, pero debía guardar la compostura porque sin tener una idea precisa de cómo sería, confiaba en que iba a ser una noche de placer inenarrable.

Cuando yo me desnudé del todo, Juan me dijo que era un macho completo, que mi pecho y piernas velludos le excitaban tremendamente y entonces me acarició con exquisita suavidad, subiendo y bajando mi prepucio y una vez bajo la ducha lo alojó en su ardiente boca... lo engulló totalmente con una capacidad increíble y yo mientras tanto, sintiendo como sus labios tocaban mi pubis y sus manos presionaban mis nalgas mientras uno de sus dedos trataba de penetrar mi culo impaciente.

Me dio una mamada tan rica mientras me penetraba con su dedo que casi me hace llegar al clímax, pero al tiempo yo buscaba con la vista su deliciosa verga que, extrañamente permanecía flácida, a pesar de que podía considerarse que Juan estaba sumamente caliente.

Eso me preocupaba, ya que yo estaba en la mejor disposición para alojarlo en alguna de mis cavidades... Cuando le pedí que parara la rica mamada que me hacía porque estaba a punto de explotar en mecos, como llamamos en México al semen, sacó mi verga de su boca, me la besó y me apretó muy fuertemente las nalgas invitándome a la ducha que disfrutamos juntos por minutos tan largos que parecían interminables pero que yo no deseaba que concluyeran... nos dimos una rica enjabonada, momento que aproveché para jugar a mis anchas con aquel inmenso y hermoso pene, que a pesar de las caricias que le prodigaba no se levantaba en plenitud, estaba más bien amorcillado, pero muy pesado... lo que me hizo pensar que no llegaría jamás a una erección completa. Él abandonó primero el sitio de la ducha y mientras yo secaba mi cuerpo, él se fue a la cama... se inclinó a un costado de la cama, apoyándose en sus codos y entonces me mostró la otra cara de... Su culo peludo y rosado apareció frente a mis ojos ávido de caricias... No lo dudé ni un instante... llevé mi ansiosa lengua a aquel riquísimo agujero que se me prodigaba entero... mi lengua jugó mil malabares en aquel hambriento hoyo... y fue cuando él me pidió que ya, por favor, lo penetrara, que sentía una total necesidad de tener mi verga dentro suyo... no me hice del rogar, sin embargo, él sacó de la mesa de noche un tarro de gel lubricante y untó cariñosamente mi cipote... una porción fue a parar en el agujero de su ano y acto seguido, le dejé ir mi arma hasta la empuñadura. Su ano internamente era muy caliente y excitante y mi verga se sentía a sus anchas dentro de él.

El se movía como un loco y gemía y gritaba del placer que estaba disfrutando, yo le acompañaba en sus movimientos muy pegado a sus nalgas para que no se le saliera ya que sus movimientos eran muy violentos y mi verga aunque gruesa y cabezona tendía a escurrirse fuera y era lo que ninguno de los dos deseábamos en ese riquísimo instante de goce inenarrable... Fue justo en ese momento que decidí comprobar mi hipótesis respecto a su pene, el bello durmiente motivo de mi deseo.

Estiré mi brazo lo más posible y ¡Oh sorpresa!, topé con una enorme verga, dura como un mazo... poderoso instrumento coronado con una gran cabeza... fue lo más rico que me podía suceder hasta ese momento.

Sus movimientos se iban acelerando cada vez mas y más, mi pene entraba y salía de su ano a gran velocidad y con una suavidad increíble, su ano lucia rojo e inflamado en los bordes y la crema que se derramaba fuera le daba un aspecto muy excitante, y no pude resistir mas, se lo metí hasta el fondo, lo presione por las caderas empujando muy fuertemente dentro, y me derrame muy profundamente en su ardiente hoyo, mismo que apretaba el pene divinamente y empujaba su ano contra mi como buscando que entrara hasta el ultimo milímetro de mi gruesa y dura verga que permanecía tremendamente erecto disfrutando el albergue recibido, además que me volvía loco de placer.

Llegó el momento de abandonar aquella cálida cavidad y cuando se la saqué, me quedé impresionado al ver la cantidad de mecos que había eyaculado y como se derramaba desde su ano hacia sus testículos, y el me pidió que se lo untara en las nalgas lo cual hice con sumo placer y agrado, incluso hasta su espalda se la llene de mi semen aún caliente y espeso, despidiendo un olor fuerte y concentrado, un típico aroma a macho caliente. Fue fabuloso verle volver su cuerpo, quedar de espaldas y poder observar su pene que semejaba el enorme mástil de un barco guerrero, era bellísimo, totalmente descubierta la enorme cabeza, brillante, manando líquido preeyaculatorio, lo que lo hacía lucir impresionante, por lo que me lancé a lamérselo y chupárselo con verdadera gula, le chupé también los enormes testículos bronceados y velludos, le lamía golosamente ese rico y enorme falo, se lo lamía a todo lo largo, y alrededor de su cabezota y lo masturbe hasta que ya casi no resistía mas y me dijo que deseaba penetrarme de inmediato, que yo no se aguantaba más.

Mi ansioso ano palpitaba del placer que estaba a punto de recibir, pero también sentía algo de temor por las tremendas dimensiones de aquella verga tan descomunal pero tampoco era el momento de arrepentimientos, además lo deseaba y me puse en cuatro patas en el borde de la cama, se lo lubrique abundantemente, mientras el me lubricaba y penetraba el ano cono sus dedos para prepararme un poco más, y de repente sentí como su glande presionaba contra mi ano, y me sobrevino un temblor y un sudor frío en el cuerpo.

Aquello era increíble, una mezcla de temor y placer, que comenzó a disiparse cuando sentí que su glande comenzó a horadar y a desgarrar mi esfínter, al extremo que le pregunte bastante asustado si había sangre, pero el me dijo que no y le pedí que me lo fuera metiendo muy lentamente, ya que me dolía y ardía demasiado, pero lo deseaba tener todo adentro, estaba muy excitado, el me masturbaba y me iba penetrando milímetro a milímetro, lo hacia con mucha suavidad y tacto, era todo un veterano en ese arte de hacerle el amor a un macho con su colosal tranca; me lo iba metiendo ricamente hasta sentir como sus testículos golpeaban contra la base de mi propia verga, y no podía creer que tenia todo aquel enorme mazo dentro de mi culo.

Me sentía repleto, lleno de él, en el límite máximo del placer, sollozaba, gemía, hasta las lagrimas se me salían del placer-dolor combinados y la felicidad que sentía de ser penetrado por un hombre virilmente delicioso que me llegaba hasta el alma y me hacia sentir y disfrutar algo que en mi vasta experiencia gay jamás había sentido y disfrutado.

Después de unos minutos quieto el comenzó a moverse muy suavemente y yo trate se seguirlo, hasta que logramos acompasarnos y a los pocos minutos su pene entraba y salía de mi ano con gran suavidad.

En cada embestida sentía como me llegaba hasta el alma, era un placer que aun en este momento de solo escribírlo lo estoy sintiendo de nuevo y estoy excitadísimo. Mi culo sigue extrañando ese distinguidísimo huésped.

Sus movimientos se fueron haciendo cada vez más violentos y me masturbaba tan ricamente que cuando comenzó a gemir diciendo que estaba a punto de acabar, a mí me sobrevino también otro orgasmo y acabamos juntos, le llene su cama de semen, ya que volví a eyacular abundantemente y el casi me lleno los intestinos ya que cuando me sacó su vergota del culo, salió disparado un chorro de calientes y deliciosos mecos.

Esta era la primera vez que me penetraba una verga de tal magnitud; razón por la que, cuando todo acabó y en una nueva erección suya provocada por mi trabajo de 4 dedos dilatando su delicioso culo me atreví a tomar una cinta métrica que llevé a su duro falo... COLOSAL, TREMENDO, ENORME, NUNCA VISTO POR MÍ: 28 centímetros de carne humana emergiendo retadoramente de la entrepierna de un verdadero macho.

Estuvimos juntos toda la noche, luego de otro “reparador” baño, alternamos la bebida con la mamada, hicimos un 69 maravilloso, ambos nos atacamos con chorros de leche, nos embarramos caras, cuellos, pechos y barrigas de mecos... fue una noche de derroche de fluidos, caricias, besos, copas y FÚTBOL.

Juan está dispuesto a repetir una noche futbolera, pero el siguiente partido de México vs Italia es la mañana de este jueves 13 de junio y como dice aquel viejo tango: “Mi pobre culo no resiste más”.

Hola

Para aquellos que lean esto empizo este blog con la intención que sea leído, usado y que sirva para aquellas personas que tienen una mente sexualmente abierta. Espero que sirva para mucho, aparte de la autosatisfacción, cosa que me agradaría muchisimo, sino que sea útil para alimentar fantasias, y tal vez para generar algún contacto y/o encuentro.
Este blog esta abierto a todas las sexualidades, no hay discriminación para nadie. Esta orientado al sexo, pero se admiten comentarios de todo tipo.
Mis saludos a todos, Feliz 2008.